Diseño desde los sentidos

El centro Fruta Madura organizó un encuentro, para compartir aprendizajes en el cual desarrollé un taller de diseño sensitivo. 
Comenzamos con un juego en parejas, el lazarillo, para estimular los sentidos, eliminando el sentido de la vista potenciamos el tacto, el oído y el olfato. Posteriormente, desarrollo una relajación manteniendo los estímulos anteriores, haciendo que cada participante recorra en su mente la finca, que se fusione con ella y sienta qué es lo que falta, qué le pide, y se va a ir convirtiendo cada uno en un ser natural de este entorno, lo que cada uno sienta. Abre los ojos siendo ese ser y se debe dirigir al lugar de la finca que le llame y seguir construyendo en la mente lo que falta en cada lugar. 



Tras esta experiencia, pasamos a plasmarlo en papel y compartir lo vivido. A continuación enumero los resultados que han sido muy estimulantes y enriquecedores.





HUMO/NIEBLA, necesidad de un molino de agua.


CAÑA DE BAMBÚ, búsqueda de la flexibilidad. No modificar la belleza salvaje, construir en consonancia con ella y desde el respeto. Encontrar en el entorno todos los elementos, agua, aire, tierra, fuego, sol, luna.



SER VOLADOR, ha contemplado la finca desde las alturas, reflexiona sobre la necesidad de liberación, escape, que busca la gente que viene de la ciudad, por tanto considera necesario que a parte de la construcción actual que es un espacio grupal, se desarrollen espacios de refugio personales. Considera los caminos como espacios meditativos, incorporación de recorridos sensitivos, laberintos..



ESPÍRITU LIBRE, necesidad de un espacio de protección en un árbol.


DUENDE-MARIPOSA, revolotea por la finca en consonancia con ella.


Después de esta experiencia-experimento puedo observar cómo al relajar la mente y sintiendo el entorno la creatividad se dispara y obtenemos resultados muy buenos dentro del proceso creativo.

A modo de resumen, quiero destacar como punto común de todos los participantes: encontrar un lugar natural donde conectar con todos los elementos, además surge la idea de pequeños espacios para resguardarse. Éstos espacios pueden ir creándose y dándose forma en concordancia con los elementos, existiendo la posibilidad de crear templos dedicados (templo de la luna, templo del agua...)

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